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09 de mayo del 2022

Ayer domingo, socorristas y perros buscaron entre los escombros a posibles sobrevivientes de una explosión que destrozó un histórico hotel en la capital de Cuba que ha dejado hasta al menos 31 muertos y decenas de lesionados.

 

El Hotel Saratoga, de cinco estrellas y 96 habitaciones frente al Capitolio nacional, en el centro de La Habana, se preparaba para reabrir sus puertas en los próximos días después de dos años cerrado por la pandemia del coronavirus cuando una aparente fuga de gas provocó una enorme explosión el viernes.

 

“Estamos esperanzados en que se sepa algo de la madre de mi primo, que se llama María Consuelo Alard”, dijo el domingo por la mañana a The Associated Press Ángela Acosta, una abogada de 44 años.

 

Alard vivía en el primer piso de un inmueble contiguo al Saratoga y pocos minutos después de los comentarios de su sobrina los bomberos sacaron a Sultán, un labrador negro que era la mascota de esa casa.

 

El estallido destruyó parcialmente el hotel y dañó varias estructuras cercanas, incluida una escuela primaria, el histórico Teatro Martí y un templo bautista, la sede de esa denominación religiosa en el occidente de la isla.