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02 de febrero del 2020

De acuerdo con Gilberto Gutiérrez Silva, integrante de la agrupación Mono Blanco, Tlacotalpan brilla con dos estrellas: la Virgen de La Candelaria y el son jarocho, razones por las que esta ciudad alberga una de las mejores ferias de todo el país, santuario visitado por los amantes de la cultura que se enamoran de una tradición centenaria.

Y es que miles de personas se congregan en cada espacio que brindan los sonidos del fandango; la tarima pareciera el comedor familiar donde conviven tanto abuelos como nietos, pues las Fiestas de La Candelaria representan un mosaico generacional de costumbres que reviven la esperanza de una verdadera construcción de la paz.

Por otra parte, al mismo tiempo que en el Teatro Nezahualcóyotl no cupo un alma más para escuchar a Mono Blanco y Yacatecuhtli, del municipio de Otatitlán; el Parque Zaragoza se vio rodeado con la luz de las antorchas que precedieron a las mojigangas en honor a la Virgen y que, junto con los cohetes, iluminaron una noche lluviosa que no perdió nunca la festividad y armonía.

Las figuras de papel que adornaron también otras calles del centro representaban jarochos, lanchas pesqueras y peces, aludiendo al sustento diario de hombres y mujeres que sonríen y saludan al visitante con un espíritu alegre.

A su vez, la Plaza Martha fue el escenario del XLI Encuentro Nacional de Jaraneros y Versadores, que reúne agrupaciones tlacotalpeñas como Raíces de mi Tierra, Son Barrio de Abajo, Jardín Josefa Murillo, Colibrí, Ariles, Siquisirí, Amanecer y Son Corazón de Caña.

De Xalapa, están presentes Alma Sonera, Quinto Cerro y Son Luna; entre otras como Agua Azul, Flor de Altamar, Leyendas del Son, Al Golpe del Guatimé, Luz de Luna Acayolt, Los Ahuehuetes, Pata de Vaca y Son de Tlacojalpan, de las regiones Olmeca y Papaloapan; mientras que el centro del estado llega con Son de aquí y allá (Martínez de la Torre), Son de Café (Córdoba) y Acahual (Veracruz).

Esto, sin mencionar el importante número de grupos familiares que amenizaron la noche de los congregados a las afueras del Santuario de la Virgen; mientras que en la calle 5 de Mayo tuvo lugar un fandango temático de mujeres soneras, con lo que queda patente la inclusión y la diversidad forjada por tantos años de tradiciones que enorgullecen a todo Veracruz.